1. |
Alma de Cristo
02:48
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Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame
y mándame ir a ti
para que con tus santos te alabe
por los siglos de los siglos.
Amén.
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2. |
Cristo del calvario
03:48
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En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
¿Cómo quejarme…
Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen caída,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de la puerta a la vida.
Amén.
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3. |
Delante de tu cruz
04:17
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Delante de la cruz, los ojos míos
quédenseme, Señor, así mirando
y sin ellos saberlo estén llorando
porque pecaron mucho y están fríos.
Y esos labios que dicen mis desvíos,
quédenseme, Señor, así cantando,
y sin ellos saberlo estén rezando
porque pecaron mucho y son impíos.
Y así con la mirada en vos prendida
y así con la palabra prisionera,
como a la carne a vuestra cruz asida
quédeseme, Señor, el alma entera
Y así clavada a vuestra cruz mi vida,
Señor, así cuando queráis me muera.
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4. |
Piedad de mi
05:05
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Piedad de mi Señor en tu bondad
por tu gran corazón lava mi falta
que mi alma quede limpia de maldad
purifícame de mi pecado
Pues mi pecado bien lo conozco
mi falta no se aparta de mente
contra ti contra ti sólo pequé
lo que es malo a tus ojos yo lo hice
por eso en tu sentencia tú eres justo
no hay reproche en el juicio de tus labios
Piedad de mi.
Piedad de mí…
Rocíame con agua y quede limpio
lávame y seré blanco cual nieve
haz que sienta otra vez júbilo y gozo
y que bailen los huesos maltratados
aparta tu semblante de mi falta
borra todo rastro de malicia.
Piedad de mí…
Crea en mi un corazón puro
y espíritu firme que habite en mi
no me alejes lejos de tu rostro
ni apartes de mí tu Santo Espíritu
dame tu salvación que regocija
mantén en mi un alma generosa
diré el camino recto a los desviados
y a ti se volverán los extraviados.
Piedad de mí…
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5. |
Cordero de Dios
02:16
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Cordero de Dios tú que quitas
los pecados del mundo
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios tú que quitas
los pecados del mundo
ten piedad, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios tú que quitas
los pecados del mundo
danos, danos, danos la paz.
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6. |
Una cruz sencilla
02:29
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Hazme una cruz sencilla carpintero
sin añadidos ni ornamentos
que se vean desnudos los maderos
desnudos.
Y decididamente rectos
los brazos en abrazo hacia la tierra
y el ástil disparándose a los cielos
a los cielos.
Que no haya un solo adorno
que distraiga este gesto
este equilibrio humano
de los dos mandamientos.
Sencilla, sencilla
hazme una cruz sencilla
carpintero.
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7. |
No hay amor más grande
04:25
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No hay amor más grande
que aquel que da la vida por quien ama,
no hay amor más grande
que quien por sus amigos da la vida,
tan grande que su vida te regala
Con el amor de mi Padre a ustedes amé,
quiero que viva entre ustedes por siempre este amor,
un mandamiento les dejo:
que se amen siempre por mi,
que se amen siempre en mi nombre como les amé.
Si es que entre ustedes se aman el mundo sabrá
que ustedes son mis amigos y enviados por mi,
lo que aprendí de mi Padre a cada uno enseñé,
por eso son mis amigos si escuchan mi voz.
Ustedes no me eligieron soy yo quien llamé
para que crezca entre ustedes un fruto mejor,
a cada uno he escogido, a cada uno cuidé
para que den nuevo fruto un fruto mejor.
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8. |
Oración frente a la cruz
03:12
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|||
En tu cruz pongo mis ojos sin temor
y me atrevo a contemplarte tan herido.
Despreciado y castigado sin piedad
te has bebido todo el cáliz del dolor
y me duele porque sé
que yo mismo lo he llenado,
que has cargado tantas culpas sin hablar.
Déjame tocar tus llagas,
que mis lágrimas te laven,
que levante un tierno beso hasta tus pies.
Déjame que esté contigo
no me apartes de tu lado
como un siervo fiel que alaba a su Señor.
Que después de esta oración
también tome yo mi cruz
y regale nueva vida a los demás.
Amén.
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9. |
||||
Sumergido en gran misterio
de Jesús ayer clavado,
en la espera desolado
y en tan inmenso silencio.
Toda la tierra callada
es de pronto estremecida,
se levanta nueva vida,
queda la muerte humillada.
Y pensar que ayer lloraba
y que todo era derrota
y hoy contemplo tu victoria,
toda la tierra te alaba.
Pero no puedo olvidar
esa cruz que ayer cargabas,
ni los clavos ni tus llagas
de tu sangre derramar.
Hoy contemplo un mundo herido
y miserias que estremecen,
tantos hombres hoy reviven
tu calvario que no olvido.
Es como noche que cae,
como espera desolada,
entre lágrimas guardada
va la esperanza que traes.
Entre los hombres vencidos
yo quisiera anunciarte
levantando de la muerte
a todos los que han caído.
Que la muerte no me aflija,
que ha perdido su poder,
que aunque sienta que es perder,
sepa que es paso a la vida.
Y que cante la victoria
de mi Dios ayer clavado,
parecía derrotado
y está vestido de gloria.
Y está vestido de gloria
resucitado.
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10. |
Tarde te amé
03:45
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|||
Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé.
Y ves que estabas dentro de mí
y yo estaba tan fuera,
y por fuera te buscaba
y deforme como era
me lanzaba sobre cosas hermosas
que tú creaste.
Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé.
Y Tú estabas conmigo
y yo no estaba contigo,
me retenían lejos de Ti aquellas cosas
que si no estuviesen en Ti no serian.
Y llamaste y clamaste
y rompiste mi sordera,
brillaste y resplandeciste
y fugaste mi ceguera
y exhalaste tu perfume
y respiré
y hoy suspiro por Ti,
gusté de Ti
y siento hambre de ti,
me tocaste y me abrasé en tu paz
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé.
Tarde te amé, tarde te amé.
|
||||
11. |
||||
Hoy siento que hay dentro de mí
un pozo inmenso y tan profundo,
tan lleno de vacíos hondos y olvidados
y de caminos viejos que dejé,
de mis miserias duras y vergüenzas,
ahí han caído penas y fracasos,
allí he olvidado parte de mi vida,
allí está todo lo que no puedo aceptar.
Y cuántas veces intenté
llenarlo de grandes momentos
y aún descubro que ese gran vacío
está en lo más hondo de mi ser.
Si conocieras tú el don de Dios
sabrías que el habita en pozos como el tuyo,
sabrías que él los llena enteros de agua viva
que calman para siempre la sed más profunda.
Si conocieras tú el don de Dios
verías cómo el convierte ese vacío
en manantial que brota sin cesar,
en vida eterna derramada.
Maestro veo que has entrado
en lo profundo de mi pozo
y hoy quiero remover escombros que lo llenan,
llegar a ti y abandonarme,
sentir que estás en mi pobreza,
saber que llenas el vacío de mi vida
y que es allí donde tú quieres habitarme,
en los más hondos de mi ser.
Si conocieras…
Si conocieras tú el don de Dios
sabrías que él ya vive en ti.
|
||||
12. |
La anunciación
06:00
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|||
Hoy te saludo hermosa niña,
alégrate llena de gracia eres,
en ti ha fijado su mirada Él,
tu Dios y tu Señor.
Es el que siempre está contigo
quien hasta ti me ha enviado.
Un gran milagro crecerá
dentro de tu ser.
¿Quién eres tú, es a mí a quien hablas?
¿A qué has venido hasta aquí?
¿Por qué me dices tan extrañas cosas?
¿Qué quieres de mí?
No tengas miedo, quien me envía
ha visto en ti a su elegida.
Un mundo entero en ti espera
y un Reino sin final.
Dentro en tu vientre crecerá
un niño a quien Jesús has de llamar.
Será el más grande redentor,
hijo del Señor.
¿Cómo podré ser madre yo?
¿Cómo ser digna de su voluntad?
¿Cómo es que en mi ha puesto su mirada?
Yo no sé qué hacer.
El Santo Espíritu hasta ti vendrá,
con su gran manto te cobijara
y un gran milagro crecerá
dentro de tu ser.
Si es que esa es su voluntad,
hoy me arrodillo frente a Él.
Si es que soy yo quien ha de ser
la madre de este Salvador,
si es que en mi vientre ha de crecer,
todo mi amor lo cuidará
y aunque una espada me herirá,
bendigo hoy a mi Señor.
Si es que es esa su voluntad,
Bendita eres entre todas
he aquí la sierva del Señor.
la elegida del Señor
¿Cómo escapar a esta misión
si es que su amor ya vive en mi?
Hoy crecerá una gran Salvador
Si es que es a mi a quien llama hoy,
hágase en mi su voluntad.
Hoy de rodillas, en tu presencia
en esta noche digo sí,
Señor, que sí.
|
||||
13. |
Felices
05:23
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|||
Felices, felices aquellos, los de puro corazón
los que en cada mañana te sonríen con pasión
y te dicen mirándote con gozo
tenga usted un día hermoso
más amable, más dichoso.
Felices los de limpio mirar
que no saben de envidias, los de nunca condenar,
los que nunca te cargan de tristeza
ni te enrostran tu pobreza,
que conocen tu belleza.
Felices los que nunca descansan en la lucha por la paz,
una paz verdadera de justicia y libertad,
los que entregan su vida sin medida
por un mundo sin heridas,
sean felices cada día.
Felices los que buscan verdad,
los que luchan por dar a cada hombre dignidad,
los que al miedo salvaje dan derrota,
dan su sangre gota a gota
y en la tierra son semilla que brota.
Felices los que dicen en hermano con nobleza sin doblez,
los que saben que el barro se ha pegado a nuestros pies,
que conocen la pena más profunda,
la alegría donde abunda
y la entrega más fecunda.
Felices los que olvidan tu error
y te saben distinto y te abrazan sin rencor
porque ven que tu corazón palpita,
que en tu alma siempre habita
algún sueño que se agita.
Felices los que saben sufrir junto a tu lado en el dolor
y te dan una mano que te aprieta con calor,
los que nunca se ríen de tu llanto
porque sólo un nuevo canto
es su alegría y su encanto.
Felices los de gran corazón
que comparten la vida regalando un nuevo don
y te dan de su pan
y te dan de beber
y a su mesa te sientan
y te llaman hermano
Felices,
los de puro corazón
los que te abrazan sin rencor
Felices
los que dan lucha por la paz
junto a tu lado en el dolor
Felices
los que buscan la verdad
y te regalan nuevo don
Felices,
que dan al hombre dignidad.
Felices.
|
||||
14. |
Magnificat
04:25
|
|||
Hoy mi alma proclama tu grandeza
llena de gozo en Dios mi Salvador
Él se fijó en su humilde esclava
y desde ahora muy dichosa me dirán.
El poderoso ha hecho grandes cosas y
Santo es su nombre.
Derrama su misericordia
siglo tras siglo sobre aquellos que le aman,
con su gran brazo hace proezas y dispersa
a los soberbios.
Derriba a los poderosos desde sus tronos
y exalta a los humildes,
colmó de bienes a los hambrientos
despojando a los ricos.
Acoge a Israel su siervo
en fiel recuerdo de la alianza prometida
a nuestros padres,
a Abraham y descendencia
para siempre.
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||||
15. |
Nace un Rey
04:08
|
|||
Ya cae la noche tranquila,
la noche que te vio nacer,
y mi alma se aquieta y espera
vivir un momento de paz.
De nuevo he cerrado mis ojos
queriendo tu rostro encontrar,
buscando un pesebre en Belén,
buscando sentir su calor.
De ti es de quien se habla de un rey,
de un reino que no tiene fin
y tan pobre que naces Jesús,
yo tampoco te he dado un lugar.
Mil veces te pido perdón,
me acerco y me postro ante ti
y mi alma, un pobre pesebre,
hoy se abre y te acoge feliz.
En ti se ha gestado el milagro
que llena la noche de luz,
que hace de un frío pesebre
la cuna más bella que hay.
|
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16. |
Dios te salve María
05:06
|
|||
Dios te salve, María, sagrada María,
señora de nuestro camino,
llena eres de gracia, llamada entre todas
para ser la Madre de Dios.
El Señor es contigo y tú eres la sierva
dispuesta a cumplir su Misión
y bendita tú eres, dichosa te llaman
a ti, la escogida de Dios
y bendito es el fruto que crece en tu vientre,
el Mesías del pueblo de Dios,
al que tanto esperamos que nazca
y que sea nuestro Rey.
María, he mirado hacia el cielo
pensando entre nubes tu rostro encontrar,
al fin te encontré en un establo,
entregando la vida a Jesús salvador.
María, he querido sentirte
entre tantos milagros que cuentan de ti,
al fin te encontré en mi camino,
en la misma vereda que yo,
tenías tu cuerpo cansado,
un niño en los brazos
durmiendo en tu paz.
María, mujer que regalas
la vida sin fin.
Tú eres Santa María, eres Nuestra Señora
porque haces tan nuestro al Señor,
eres madre de Dios, eres mi tierna madre
y madre de la humanidad,
te pedimos que ruegues por todos nosotros
heridos por tanto pecar,
desde hoy, hasta el día final
de este peregrinar.
María, he buscado tu imagen serena
vestida entre mantos de luz,
y al fin te encontré dolorosa
llorando de pena a los pies de una cruz.
María he querido sentirte…
Dios te salve, María, sagrada María,
Señora de nuestro camino.
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